PRK (Queratectomía fotorefractiva)
domingo, 27 de marzo de 2011
¿Qué es la PRK?
La PRK (queratectomía fotorefractiva) es una técnica de cirugía refractiva con láser, utilizada para el tratamiento de la miopía, astigmatismo e hipermetropía. Anestesia. En la PRK se utiliza anestesia tópica, es decir se aplica un anesésico en gotas, llamado proparacaína, que hace que se pierda la sensación en la superficie del ojo. El paciente está despierto durante el procedimiento. Técnica quirúrgica: (1) Desepitelización con alcohol. La capa más superficial de la córnea, llamada epitelio, se retira, utilizando alcohol y una espátula. Así se deja al descubierto la parte estructural de la corneal, que se llama estroma, que tiene un grosor de alrededor de medio milímetro. (2) Aplicación del láser EXCIMER sobre el estroma corneal. El láser EXCIMER es utilizado para esculpir una nueva curvatura en la córnea. Esta curvatura es la que permite corregir el desenfoque o vicio de refracción del paciente. (3) Aplicación de sustancia que evite la formación de opacidades corneales. Cuando se corrigen vicios de refracción altos, la córnea tiende a reaccionar al láser cictrizando y formando zonas opacas, que pueden alterar el resultado de la cirugía. Para disminuir este riesgo se aplica una sustancia llamada mitomicina, que tiene un efector inhibidor de la proliferación de las células del estroma corneal. (4) Colocación de un lente de contacto. El lente de contacto tiene como finalidad proteger la superficie de la córnea y disminuir el dolor postoperatorio, mientras el epitelio corneal se regenera y recubre el estroma, lo que ocurre en 2 a 6 días habitualmente. Una vez alcanzada la reepitelización, el lente de contacto se retira. Postoperatorio. El paciente se da de alta con unos lentes protectores. Debe colocarse gotas antibióticas para prevenir una infección y usar analgésicos el primer día si el dolor es muy intenso. Se realiza un control al día siguiente.
¿Cuáles son las desventajas de la PRK?
Los primeros días postoperatorios son dolorosos. El dolor es similar al de una quemadura corneal (como la que se tiene por ir a la nieve sin lentes protectores) y se debe a la desepitelización con alcohol. El dolor comienza algunas horas después de la cirugía y es máximo entre las 12 y 24 horas postoperatorias, en la medida que la córnea se reepiteliza, el dolor disminuye hasta desparecer en un plazo variable, generalmente 3 a 6 días. La velocidad de recuperación de la agudeza visual es más lenta que en el LASIK, pudiendo necestarse entre uno y a veces hasta tres meses para alcanzar el resultado final. La mayoría de los pacientes alcanza una visión de un 50 a 70 % los primeros días y gradualmente llega al máximo en las siguientes semanas. La visión es muy fluctuante en las primeras semanas, lo que depende mucho de la lubricación corneal.
¿Cuales son las ventajas de la PRK?
En la PRK no se requiere hacer un corte corneal (lo que lo diferencia del LASIK), por lo desaparece el riesgo de complicaciones asociados a la creación de un colgajo corneal: flap incompleto, pliegues del flap, desplazamiento del flap, flap libre, queratitis difusa. Por el mismo motivo la PRK es más respetuosa de la integridad estructural de la córnea y se puede usar en córneas delgadas en las que el LASIK puede provocar una ectasia corneal postoperatoria.
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